Hay piedras que llaman la atención por su color,
forma, tamaño, y consistencia. Están las que se emplean para ornamentar y otras que son “preciosas,” por sus
cualidades. Entre ellas su coloración y transparencia; su dureza y resistencia, tanto al calor como a
los efectos químicos naturales.
Se destacan
como “piedras preciosas:”
- El diamante, que es posible hallarlo en profundidades extremas de la superficie terrestre.
- La esmeralda, los persas así la designaban por ser “un guijarro de color verde.”
- El topacio, los antiguos lo consideraban como un talismán poderoso. Los egipcios y romanos creían que el dios sol le confería ese matiz dorado, con el cual se distingue.
- El rubí, por ser rojizo, su nombre proviene del latín “ruber” que significa rojo
- El jade, empleado como amuleto porque se le adjudican poderes mágicos e influencias de sanación.
Hay piedras y piedras.
En alusión a la
ignorancia humana y a los errores, se afirma que: “El
hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario