jueves, 30 de noviembre de 2023

Piel de gallina



 “Gallina vieja hace buen caldo.” (Refrán,) 

Ese refrán alude a lo gastronómico, pero se aplica a otras mercancías por su calidad. Además, se compara el pellejo de las aves ovíparas con la reacción de la piel humana, en determinadas circunstancias. 

Esa respuesta corporal, ¿a qué se debe? Se la asociada a las bajas temperaturas o a alguna vivencia emocional. Son contracciones musculares que provocan arrugas en la epidermis, desaparecen pronto, según el medio ambiente o las alteraciones anímicas. 

El escritor romano Cicerón (106 aC-43 aC) destaca: “Hay que atender no sólo a lo que cada uno dice, sino a lo que siente y al motivo por lo cual lo siente.” Eso explica porque una melodía, una canción, un poema u otro suceso “nos erizan la piel.” Como también, un hecho fortuito deja a uno sin palabras, con un “nudo en la garganta” o un repentino “escalofrío” corporal. 

El psicoterapeuta austríaco Alfredo Adler (1870-1937) reflexiona: “Sigue a tu corazón, pero lleva contigo a tu cerebro.” El periodista y escritor mexicano Carlos Fuentes (1929-2012) añade: “Hay cosas que sentimos en la piel, otras que vemos con los ojos, otras que nomás nos laten en el corazón.” Observación que invita a la sensatez, aunque surja la piel de gallina.