"La madre patria" por William-Adolphe Bouguereau
“Nadie ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.” (Séneca)
Es calificada como “madre patria” a la nación de la cual se ha separado otra, pero aún está unida por fuertes lazos, ya sean históricos, culturales o políticos. Países hispanoamericanos así consideran a España.
A la península ibérica los griegos la nombraban “Spanía” que significa “país de los conejos.” En el imperio romano circulaba una moneda con la figura de una matrona sentada y un conejo a sus pies.
Un refrán español asevera que “buena fama merece, quien por su patria muere.” En Latinoamérica hubo protagonistas que lucharon para independizarse contra el dominio hispano. Uno de sus precursores fue el prócer venezolano Francisco de Miranda (1750-1816) para quien “lograr el bienestar de la patria es la cúspide de la felicidad humana.”
Continuó esa línea de acción el libertador de América el General José de San Martín (1778-1850) quien dijo: “los soldados de la patria no conocen el lujo, sino la gloria.” Además, también el General Manuel Belgrano afirmó convencido: “Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ese es el premio al que aspiro.”
La emancipación de los pueblos americanos asumió sus pros y sus contras. Esos vaivenes, propios de los países en ciernes, adquirieron una innegable influencia socio cultural de España como “Madre Patria.”