“Manso como gato de boliche.” (Dicho popular)
En centros urbanos, así se denominan algunos locales bailables. En ellos se consume alcohol, al son de la música y al ritmo del baile para desterrar el retraimiento. El poeta español Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) sostiene que: “La soledad es muy hermosa…cuando se tiene alguien a quien decírselo.”
Conocedores del tema, los orientales sentenciaban: “Sólo aquellos que van a fiestas regularmente, conocen la verdadera soledad.” Un proverbio chino nos recuerda que: “La fiesta no siempre es sinónimo de diversión.” En esos espacios, al encontrarse uno con otros, se motiva la comunicación, aunque no siempre se da.
La literatura y el periodismo dan cuenta de situaciones previstas o casuales que suceden, tanto en el campo como en la ciudad, dentro o fuera de un boliche.