“Quien canta sus males espanta.” (Refrán)
Sus acordes armoniosos son reconocidos en todo el mundo. Su interpretación musical admite una variedad de instrumentos. Actualmente el bandoneón ocupa un lugar preponderante.
El compositor argentino Enrique Santos Discépolo (1901-1951) es uno de los máximos poetas del tango al cual lo define como “un pensamiento triste que se baila.” Las estrofas de “Cambalache” la compuso en 1934 para el film “El alma del bandoneón.”
Su ritmo y sus letras calan hondo en el sentimiento popular. Su danza entreteje emociones en los bailarines. El erudito escritor Jorge Luis Borges (1899-1986) afirma que: “El tango está lleno de despedidas.” Carlos Gardel (1890-1935) Es el representante más genuino y se lo recuerda como “el zorzal criollo.” Él asevera con autoridad: “No basta con tener la voz más melodiosa para entonar un tango. Hay que sentirlo, hay que vivir su espíritu.”