lunes, 28 de diciembre de 2015

El pan dulce

“Donde hay hambre, no hay pan duro. (Refrán)

El pan a lo largo de su historia, como alimento cotidiano, tuvo diversas modificaciones en su presentación y receta. Una de ellas es oriunda de la ciudad de Milán cuya elaboración engalana las tradicionales fiestas de fin de año. Es el famoso “panettone,” amasado y horneado por el pretendiente de la hija de un famoso pastelero de esa ciudad, un tal Toni. Su intención era sorprender y ganarse el beneplácito de su futuro suegro. De ahí en más fue tan solicitada esa masa frutada, con aroma a limón y naranja, que los clientes acudían a comprar “el pan de Toni.”

El pan “ganado con el sudor de la frente,” siempre es sabroso porque se saborea con dignidad. El refranero popular alega que “las penas con pan son buenas” y más aún en Navidad si el pan es dulce.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Guerra santa




“Sea el amor el único vencedor de todos.” 
(Paulo VI)


La humanidad, por malos entendidos, ha vivido y vive enfrentamientos entre individuos y conflagraciones entre naciones. La historia, según sus comentaristas, justifica o no las contiendas bélicas. El escritor francés Fenelón (1651-1715) asevera que “la guerra es un mal que deshonra al género humano.” Afirmación que se complementa con las enseñanzas de Juan Pablo II al decir que “la paz entre los pueblos ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad.”

Al ser humano le corresponden derechos y deberes irrenunciables. La conservación de la vida es uno de ellos. De ahí el carácter universal de la legítima defensa, aunque suele distorsionarse. Hay agresiones que intentan justificar distintos intereses como los geopolíticos o económicos. Cuando la excusa es la religión se denominan a esas contiendas como “santas,” cuyo estimulo es el paraíso y la vida eterna a los que mueren por su causa.

El escritor francés León Bloy (1846-1917) asevera que “sólo hay una desgracia: no ser santo.” Se entiende que lo básico de la santidad es hacer el bien y evitar el mal. Toda beligerancia en sí misma produce malestar, por eso ninguna guerra es santa.

martes, 27 de octubre de 2015

Rumbo equivocado





“No hay camino que no tenga fin.”
 (Séneca) 

El sentido de la orientación es necesario para evitar dificultades. De ahí la aplicación de instrumentos que lo facilitan. La humanidad siempre usó herramientas para alcanzar una adecuada ubicación terrestre, aérea o acuática. El filósofo francés Jean Paul Sartre (1903-1990) con buen tino decía que “cada hombre tiene que inventar su camino.”

En Atenas (siglo I a C) Andrómico de Cirro, curioso por la trayectoria y la velocidad del aire, inventó la veleta. En su construcción empleó una flecha que giraba sobre su eje impulsada por el viento e indicaba su dirección, en base a los puntos cardinales. El filósofo griego Séneca aludía con razón que “no hay viento favorable para el que no sabe a dónde va.” 

Se adjudica el descubrimiento de la brújula a los chinos que la usaban para ubicarse. Ésta consiste en una barra metálica imantada, tipo aguja, cuya cualidad magnética indica el sitio norte-sur. En occidente, a comienzos del siglo XIII, fue el marino italiano Flavio Gioia quien perfeccionó el uso de la brújula en la navegación. 

El ir hacia algún lugar implica un deseo e ilusión por llegar a una meta, encontrarse con alguien o con algo. “Uno” es el título del tango escrito por Enrique Santos Discépolo (1901-1951) cuya primera estrofa dice: “Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias.” Expresión sincera que se aferra al anhelo de evitar en la vida un rumbo equivocado.

martes, 29 de septiembre de 2015

Alguna celestina


“Los ojos se van donde los amores están.”
(Refrán)

En 1499 el dramaturgo español Fernando de Rojas (1465-1541) publicó la tragicomedia “La Celestina.” En ella describe la experiencia de sus personajes en los diversos aspectos del amor humano. Lo considera como una transacción comercial en la cual “tú me das, yo te doy” con la intención de obtener dinero o placer. Se lo puede apreciar en el afán de poseer al otro como una enfermedad obsesiva. También puede ser calificado como una pasión fogosa e intensa. La intención pedagógica del autor es advertir sobre los alcances de la locura del amor que afectan el orden establecido.

En el lenguaje familiar se dice que alguien procede como “una celestina” cuando intercede ante otros para facilitar relaciones que se quieren ocultar. Es un intermediario encubierto, que en el caso de los enamorados hace de correo. (“correveidile”) Es frecuente la aplicación de ese apelativo a la mujer que hábilmente facilita las relaciones entre parejas.

La descripción que hace Fernando de Rojas es una aguda observación de la realidad vigente hasta nuestros días. De ahí que a veces suele surgir, como anécdota o dato informativo, el recuerdo de alguna celestina.

domingo, 30 de agosto de 2015

La morsa


Los sobrenombres dados a algunas personas se deben a la asociación de ideas por el parecido que guardan con lo evocado. Los apodos de animales son frecuentes como lo es él de “Morsa.” En ese caso, ¿de qué se trata?

Es necesario distinguir dos aspectos. Uno, referido a una herramienta que utilizan los carpinteros o los mecánicos para sujetar elementos sobre los cuales trabajan. El otro, alude a un mamífero marino que guarda cierta similitud con las focas pero es de mayor tamaño, de cabeza pequeña, ojos separados, en su boca posee grandes colmillos y en su labio superior luce generosos bigotes. Se alimenta de moluscos y de peces. Su peso alcanza hasta dos toneladas y su longitud llega a exceder los tres metros. Habita en lugares fríos y predomina en el océano Ártico. Es ágil nadando pero torpe en su movilidad terrestre.

Los cazadores las persiguen despiadadamente para obtener sus colmillos, su grasa y su piel. A ellos y a otros les cabe la frase del filósofo alemán Emanuel Kant (1724-1804) quien afirmó:"Aquel que es cruel con los animales se vuelve difícil también en su trato con los hombres. Podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales."

lunes, 27 de julio de 2015

Un guarango


“Tal el hombre debe ser, como quiera parecer.” (Refrán)

Ser un guarango alude a quien da muestras de una conducta inaceptable por vulgar, grosera, torpe o descarada. Su significado varía, en el idioma español, según el lugar geográfico. Bien dice el refranero popular: “Árboles y hombres, por sus frutos se conocen.”

Es curioso destacar que en la región andina, desde Venezuela hasta Chile crece un arbusto llamado guarango que no es nada despreciable por sus bondades. Se adapta con facilidad a los terrenos semiáridos. Sus raíces fijan el nitrógeno en la tierra y de sus vainas se extrae tanino vegetal. El colágeno que guarda en sus frutos se emplea en la industria alimenticia y en la fabricación de pinturas. La forestación con árboles de guarangos enriquece el suelo y favorece a las economías regionales.

Hesíodo, poeta helénico que vivió en la Antigua Grecia, afirma que: “La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz.” De ahí que las enseñanzas bien aplicadas alejan a uno de ser un guarango.

martes, 30 de junio de 2015

Pulgas

 
“Pican más los celos que las pulgas.”

 

Los celos se detallan como un  sentimiento urticante  que inquieta a quien los tiene porque no está dispuesto a compartir con otro los afectos de la persona amada.
Si de Pulgas se trata hay que considerar que es un parásito externo que succiona la sangre de los mamíferos y de las aves. Es un insecto sin alas de 1,5 a 3,3 milímetros de largo. Se ha contabilizado unas 1.900 especies que habitualmente son de un color oscuro y suelen producir enfermedades múltiples.
Hay varias acepciones que se aplican a la denominación “pulga.”
Por “pulga de mar” se conocen a un pequeños crustáceo.  
En los Estados Unidos, en el Estado de California, hay una localidad llamada “Pulga.”
“La pulga saltarina”  es un juego que permite demostrar las habilidades de los participantes.
“La guerra de las pulgas” es una estrategia miliar que se emplea como táctica guerrillera y consiste en asediar al enemigo, constantemente sin tregua.
“Mercado de las pulgas” se llama  al lugar donde se venden y compran antigüedades.
Al futbolista Lionel Messi se lo conoce con el apodo de “la pulga”  por sus habilidades pero no tanto por su segundo nombre: Andrés y  menos aún por el apellido de su madre: Cuccittini.
Es prudente considerar la recomendación del refrán que dice: “A quien tiene malas pulgas, no le vayas con burlas”.

sábado, 30 de mayo de 2015

Gas Pimienta



El gas se diferencia de los líquidos y sólidos porque no se percibe ni por el tacto ni por la vista, pero si por el olfato. Se lo considera una fluido. 

La pimienta, condimento apreciado en gastronomía, se conoció en Grecia gracias al emperador Alejandro Magno (356 a C-324 a C). Su sabor picante proviene de su fruto molido. Desde tiempos inmemoriales se la cultivó en diversas regiones. En la Edad Media, en todo el continente europeo fue un codiciado producto. El siguiente dicho habla de su popularidad: “Dicen que pica, que pica la pimienta y azafrán, más pican las malas lenguas cuando se ponen a hablar.” 

El compuesto químico, no letal, denominado gas pimienta se lo comercializa para defensa personal. En 1998, la Comisión de Opciones Tecnológicas y Científicas del Parlamento Europeo (STOA) publicó lo siguiente: “Los efectos del aerosol de pimienta son bastante más severos, incluyendo ceguera temporal con duraciones de 15 a 30 minutos, una sensación ardiente de la piel que dura de 45 a 60 minutos, espasmos de la parte superior del cuerpo que fuerzan a la persona a doblarse hacia delante y provoca una tos incontrolable dificultando la respiración y el habla de 3 a 15 minutos.” 

El uso gastronómico de la pimienta seduce y agrada al paladar, por eso aconseja el refrán: “a lo picante, vino abundante.” Pero, es nociva su mezcla con gas.

miércoles, 29 de abril de 2015

No es un cuento chino.



“Mentiroso sin memoria, pierde el hilo de la historia.”
(Refrán) 

En el idioma español se alude a un cuento chino cuando algo indica ser un engaño, por más verosímil que parezca. Algunos afirman que en Roma se originó ese dicho al escuchar las narraciones de Marco Polo, a su regreso de China y Mongolia. Incrédulos sus conciudadanos le daban la espalda y susurraban: “son cuentos chinos.” 

Un dato histórico da por sentado que esa expresión es oriunda de Cuba, cuando era colonia hispana. Ante la insuficiente mano de obra, para la zafra azucarera, se recurrió a los chinos. Estos fueron traídos con incumplidas promesas laborales. De ahí que a todo ofrecimiento dudoso, exagerado o embustero se le adjudicaba la categoría de “cuento chino.” 

Hay un proverbio de ese milenario pueblo asiático que afirma: 

“El que no sabe y no sabe que no sabe, es un tonto: húyele.”
“El que no sabe y sabe que no sabe, es humilde: enséñale.”
“El que sabe y no sabe que sabe, está dormido: despiértale.”
“El que sabe y sabe que sabe, es sabio: síguele.” 

Cada una de estas sentencias es evidente y su advertencia no es un cuento chino.

domingo, 29 de marzo de 2015

Cornudos


En el idioma español el adjetivo “cornudo” indica posesión de uno o más cuernos. Algunos mamíferos se destacan por esas protuberancias óseas dispuestas en la zona craneal que crecen hacia arriba o a los costados. Las mismas varían en ubicación, tamaño, forma, color y utilidad. Las de perfil multiforme lucen como ornamento pero las cilíndricas y puntiagudas sirven para defensa. Quien recibe una de esas corneadas puede correr serios riesgos.

En la mitología celta se deifica a un animal macho y cornudo como dios de la fertilidad.

En el lenguaje coloquial la expresión cornudo/a se le adjudica a uno de los esposos cuyo conyugue le ha sido infiel en su matrimonio. Esta distinción viene de la época de los vikingos quienes combatían a sus enemigos engalanando sus cabezas con cuernos. Ese adorno era para meter miedo en las arduas y prolongadas contiendas bélicas. La infidelidad conyugal era moneda común y corriente. Los guerreros engañados, al regresar a sus hogares, a sus espaldas eran apodados de cornudos.

viernes, 27 de febrero de 2015

Buitres


“Según el pájaro así es el nido.” (Refrán)

Los buitres son aves de rapiña que se alimentan de animales muertos y los desgarran con violencia. En sentido figurado se alude a quien se aprovecha de la desgracia ajena. 

Estas aves rapaces no habitan ni en la Antártida ni en Oceanía. Las que vuelan por Europa, África y Asia, incluidas las águilas, tienen agudizado el sentido de la vista para localizar a sus presas. En cambio, las que habitan en América, como los cóndores, también vuelan alto pero tienen un olfato muy fino.

Un buen entendedor aprecia a las aves por sus plumas y a los individuos por sus apariencias.

Los pájaros de igual plumaje vuelan juntos y de manera análoga los humanos se agrupan por sus similitudes o afinidades. Pero, no tenemos que olvidar la sentencia que dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres.”

jueves, 29 de enero de 2015

Humo y tabaco



“Fumador empedernido, hombre carcomido.”
(Proverbio español)

En 1642 unos imprudentes fumadores provocaron un voraz incendio en la ciudad de Görlitz, ubicada en el extremo oriental de Alemania.
 
El marinero Rodrigo de Jerez llegó a América con Cristóbal Colón y observó como los nativos aspiraban el humo de unas hojas secas encendidas. A su regreso a España adoptó ese hábito. Lo encarcelaron porque creían que hacía brujerías al ver que echaba humo por la nariz y la boca. En el año 1500, los jueces comprendieron que fumar no era una práctica diabólica y lo liberaron.

Cinco décadas después, Felipe II mandó a sembrar semillas de tabaco en las afueras de Toledo. Esas tierras eran llamadas cigarrales por estar plagadas de cigarras. De ahí en más a los rollos de tabaco listos para fumar se los denominó cigarros y a los más diminutos cigarrillos.

A comienzos de 1560 Juan Nicot, siendo embajador de Francia en Portugal, introdujo en su país el tabaco con fines medicinales. Dos siglos después, en su honor se llamó “nicotina” al alcaloide concentrado en sus hojas.

Pueblos antiguos se daban el placer de aspirar humo y despedirlo por las fosas nasales. De ello hay indicios por las pipas halladas en sepulcros ubicados en Egipto y Grecia. El filósofo y matemático griego Pitágoras (582 a.C-507 a. C) conocedor de los efectos nocivos de los vicios decía: “No hagas de tu cuerpo la tumba de tu alma.”