sábado, 29 de abril de 2017

Longevidad

El filósofo Epimenides de Creta del cual se dice vivió más de 150 años.

“La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza.”
(Proverbio Hindú.)

Ser longevo es poseer larga vida, ese es su significado que proviene del latín. Es comprensible lo que dice el destacado literato español Francisco de Quevedo, (1580-1645) “Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hayamos llegado.” ¿Por qué será? A lo largo de la historia de la humanidad, en diversas culturas, ha habido una constante por obtener el elixir de la eterna juventud, alcanzar la permanencia y la inmortalidad.

Durante siglos pensadores notables se ocuparon del tema. Para unos ser adulto mayor es la etapa del equilibrio y la fluidez de la sabiduría. Para otros es un período de decadencia con sus diferentes consecuencias. Pero, la vida misma se ocupa de argumentar al respecto, sin despreciar el refrán alemán que dice: “Los árboles más viejos dan los frutos más dulces.” Como botón de muestra consideremos los siguientes personajes:

El notable artista italiano del Renacimiento, conocido como Tiziano, (1477-1576) pintó sus obras maestras hasta cumplir 98 años.

El científico norteamericano Benjamín Franklin (1706-1790) a la edad de 81 años contribuyó en la redacción de la Constitución de su país. 

El dramaturgo alemán Johann Wolfgang Goethe (1749-1832) a loa edad de 82 años concluyó su obra titulada “El Fausto.”

El reconocido músico italiano Arturo Toscanini (1867-1957) dirigió su orquesta hasta los 87 años.
Buceando la historia podríamos rescatar más protagonistas. Ellos, a pesar de su edad avanzada, colaboraron con la humanidad, con su talento y estilo, haciendo honor a su longevidad.