jueves, 26 de septiembre de 2013

Anillos entrelazados


El mitológico dios Zeus era considerado como padre de los dioses y de los hombres. Cuenta la leyenda que Dáctilo Heracles Ideo y sus cuatro hermanos fueron a ver a Zeus recién nacido. Emprendieron una veloz carrera hasta el monte Olimpo y él se ciñó una corona de olivo por haber llegado primero.  En  honor a ese dios y en recuerdo del gesto de Heracles y sus hermanos, la Grecia antigua patrocinó competiciones de atletismo cada dos bienios.

El Barón de Coubertin Pierre de Frédy, de nacionalidad francesa, (1863-1937) creó el Comité Olímpico Internacional en 1894.


El 6 de abril de 1896, en Atenas, capital de Grecia, se implementaron encuentros deportivos multidisciplinarios que en la actualidad, cada cuatro años, congrega a atletas de más de 200 países.


En 1920, en Amberes, Bélgica, se implantó la ceremonia de la toma del juramento a los deportistas participantes y por primera vez se izó la bandera alusiva. 


En 1928, en Ámsterdam, Holanda, se introdujo la antorcha olímpica que insinúa al titán Prometeo quien, según la mitología, entregó a los mortales  el fuego sagrado robado a los dioses.


En 1936, en Berlín, Alemania, se instaló el rito de traer la antorcha encendida en la ciudad de Olimpia, Grecia. Fuego y luz que inaugura el evento en el país anfitrión, luego de pasar por diversas ciudades y países.


El lema de los Juegos Olímpicos es: “Más rápido, más alto, más fuerte.”


Anillos entrelazados son su símbolo cuyos colores: el azul, el amarillo, el negro, el verde y el rojo, aluden a los cinco continentes.