jueves, 31 de marzo de 2016

Perejil y perejiles


“No hay malas hierbas ni hombres malos; sólo hay malos cultivadores.”
(Víctor Hugo)

El sustantivo perejil exige una aclaración no en cuanto al número singular o plural sino a su significado literal o figurado.

En el sentido literal o propio corresponde a la planta aromática sembrada por doquier. En la actualidad los cocineros la emplean para aderezar comidas, también era aprovechada por los griegos y romanos. Es reconocido su uso medicinal como diurético, estimula la digestión, regulariza la hipertensión arterial, desinflama la artritis y suaviza el reumatismo. El emperador de occidente Carlo Magno (747-814) ordenó su cultivo en sus tierras imperiales. Los labriegos españoles a modo de consejo dicen:”Siembra perejil en mayo y tendrás para todo el año.”

En el sentido figurado o coloquial, la palabra perejil se aplica a quien se lo culpa injustamente por un delito que no cometió. Los perejiles” son sujetos considerados como uno más del montón a semejanza de quien se apellida “Pérez.” Pero, en este caso, con la alusión de “gil” por ser ingenuos y faltos de picardía.

Es útil la distinción entre la hierba aromática y aquellos que son acusados injustamente. El novelista francés Víctor Hugo (1802-1885) afirma que ellos tienen una potencia: “la fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente.” Ambos sustantivos, uno aplicado al vegetal y el otro a las personas, merecen su aclaración por la diferencia que existe entre “perejil” y “perejiles.”